sábado, 19 de febrero de 2011

La Carta que revela las oscuras conexiones del Museo d ela Biodiversidad

proyecto.

Carta a Frank Gehry ( viernes 6 de mayo, 2005)

Estimadísimo Frank: Te escribo con profunda vergüenza. Fue hace 5 años que Choza y yo iniciamos aquel esfuerzo por convencerte para que hicieras un proyecto Gehry para Panamá, la tierra de tu querida esposa Berta. Tú te resistías con muchos argumentos: "Panamá es para mí una vacación anual; no quiero que sea otro país ‘de trabajo’ decías; allí la paso bien porque nadie me conoce más allá de la familia de Berta"; aún así, insistíamos. Te hicimos un "tour" por las áreas revertidas buscando un edificio que quizás se prestara para una reconversión Gehry. Nos encontramos entonces con Hanna Ayala, cuyo marido, el Dr. Francisco Ayala, fue invitado a Panamá por ILDEA; ella se enamoró del país y desarrolló el novedoso concepto de "Turismo del Conocimiento" para el gobierno Pérez Balladares y se encargó de seguir insistiendo hasta lograr que Nicky Barletta, entonces director de la ARI, te contratara para un estudio de proyectos en Amador y Sherman.
Cuando Rodrigo y yo conocimos de este trabajo volvimos a la carga para convencerte de diseñar el Proyecto Amador. Seguías resistiéndote; entonces logramos una carta personal de la presidenta Moscoso invitándote a hacer el diseño en Amador, y viajamos a entregarte la carta personalmente. Sólo así accediste, pero con condiciones parecidas a las que aplicas a todos tus trabajos a través del globo terráqueo. "No contrato con gobiernos. Este debe ser un proyecto de Estado contratado por un ente privado. No debe ser un "designer building". Debe tener un contenido importante para la nación panameña y, finalmente, si es un edificio de 40 millones de dólares (Bilbao costó 120 millones) debe estar disponible todo el dinero, ya que a mi edad (tenías 72 años) no hago planos para edificios que no se construyen".
Regresamos de California alentados, formamos la Fundación Amador (el ente privado) preñando a su junta directiva con funcionarios de IPAT, del Canal, de la Presidencia, ARI, Universidad, Smithsonian y con respetables ciudadanos de todos los sectores, incluido el sindical. En el comité ejecutivo colaboraban de todo corazón Gilberto Guardia, primer administrador panameño del Canal; Pilar de Alemán, reconocida financista panameña; Dominador Káiser Bazán, constructor y en ese momento vicepresidente de la República; Stephen Proaño, prestigioso publicista, y César Tribaldos como representante de la Contraloría, y se desarrolló el concepto para que el Estado pusiera los 40 millones como puente, ya que con la venta de las tierras contiguas una vez construido el museo se re-pagaban los 40 millones al Estado y aún quedaba para un fondo fundacional (endowment) cuyo producto permitiría una operación no subsidiada del museo. En un largo y tedioso trabajo el proyecto fue aprobado por la Presidencia, por el Consejo Económico Nacional, por el Gabinete, por la Junta Directiva de la ARI, por la Junta Directiva del Banco Nacional (línea de crédito a ARI por 40 millones para garantizar todos los fondos según tu exigencia)… e iniciamos el trabajo. Firmamos con el Smithsonian Institute en Washington. En largas y concurridas reuniones con los científicos de STRI y la Universidad de Panamá desarrollamos el concepto del museo con la asistencia del internacionalmente famoso Bruce Mao, recomendado por ti. Sería un Museo de la Biodiversidad, Puente de Vida, con la historia de la formación del Istmo de Panamá y de cómo ésto afectó al planeta tierra, incluso permitiendo el desarrollo del homo sapiens, de manera que todo ser humano sobre la tierra puede sentirse "un poco panameño". Tendría atractivo universal y a la vez un enorme valor educativo para los panameños, quienes en gran mayoría desconocemos la historia; nos reforzaría nuestro orgullo de nación.
Formado el ente privado, garantizados los fondos totales y compuesto el concepto de vital importancia para Panamá, te convenciste que el proyecto era serio, de Estado, y comenzaste entonces a diseñar el edificio.
Siempre dentro del presupuesto terminaste el precioso diseño que ha sido y sigue siendo noticia internacional, e iniciamos la construcción.
Se inició el período electoral, dominó la politiquería y la actitud de piñata final, y con lo que parecieron obscuros motivos se paralizaron los desembolsos provenientes del Banco Nacional. El país eligió un nuevo gobierno. Desde el nuevo presidente, todos dentro de el nuevo gobierno dicen que el proyecto de Estado va. Elegimos de entre ellos al más entusiasta, Rubén Blades, como presidente de la fundación y él viajó a California a reunirse contigo y a reiterarte el compromiso del nuevo gobierno, pero los fondos no se desembolsan. Ahora nos han dicho en el MEF que creen en el proyecto pero que no podrá seguir en los libros del Estado porque técnicamente aumenta la deuda pública y que habrá que buscar parte del dinero en la banca privada. Se hará el esfuerzo máximo, que tendrá éxito en la medida que el gobernante y sus ministros lideren el esfuerzo; si no se logra, se producirá nuevamente el fenómeno tercermundista de desperdiciar esfuerzos y dineros del Estado y así, cada 5 años, borrón y cuenta nueva. Como que no se entiende lo que representan para la nación los proyectos de Estado, que necesariamente tienen que trascender los períodos de gobierno.
Es muy posible, mi estimadísimo Frank, que después de más de 5 años de arduo trabajo de muchos ciudadanos, y 12 millones del Estado ya invertidos terminen postergando o cancelando el proyecto, y que Panamá se convierta en el único país que habiendo logrado un Gehry, una vez iniciado el proyecto emite un "No" despilfarrador.
Me avergüenzo por adelantado y te pido excusas por haber participado en el largo proceso de convencerte de que Panamá estaba superando el subdesarrollo y caminaba hacia el Primer Mundo. Ahora me toca pronosticar que por los vientos que soplan - es muy posible que me haya equivocado. Espero que el pronóstico esté equivocado y que más pronto que tarde podamos celebrar el Gehry de nuestro Panamá.

I. Roberto Eisenmann, Jr.

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